Detrás de cada perfume hay una historia. La fragancia DIVAIN-582 lleva el nombre de la hermana de Christian Dior: Catherine. Una mujer valiente que formó parte de la resistencia francesa durante la II Guerra Mundial. Ella es Miss Dior, y esta es su historia de pasión, amor y resistencia.
Catherine y Christian nacieron en Granville. La belleza de su casa no pudo protegerlos de la desgracia: la madre falleció y la empresa familiar quebró. El señor Dior y su hija menor se trasladaron al sur de Francia, a un lugar cerca de Grasse, rodeado de flores y considerado la cuna del perfume. Allí nació la estrecha relación de Catherine con las flores.
Cuando comenzó la II Guerra Mundial, los hermanos vivían en París. Catherine conoció a Hervé des Charbonneries, su gran amor y colaborador de la Resistencia. Bajo la ocupación nazi, ambos transmitían información de las tropas alemanas al gobierno inglés. En 1944 Catherine fue arrestada por la Gestapo y enviada al campo de concentración de Ravensbrück. Mientras tanto, Christian continuaba trabajando en París, siempre preocupado por ella.
Un año después fue liberada. El gobierno francés la recompensó con un puesto de flores en Les Halles, y desde entonces se dedicó al cultivo en el sur de Francia. Aun así, regresaba de vez en cuando a París para visitar a su hermano, darle ideas y mostrarle bocetos.
En 1947 Christian Dior estaba a punto de presentar una colección que rompía con la austeridad de la posguerra. Era una propuesta llena de alegría, lujo y optimismo que lo consagró como modisto. Quiso acompañarla de un perfume que simbolizara el amor. Así se lo expresó a los perfumistas Jean Charles y Paul Vacher: quería saber cómo podía oler el amor.
El perfume que crearon no era para pasar desapercibido; ocupaba todo el espacio con un aroma poblado de flores del sur. Faltaba un nombre. Tras varios días de búsqueda, una mañana Catherine entró en el taller y un ayudante exclamó: “Voilà, Miss Dior”. El nombre perfecto para una fragancia apasionada, romántica y resistente, igual que ella.
El envase inicial estaba lleno de curvas, pero en 1950 adoptó la forma que hoy conocemos. Fue el perfume preferido de mujeres como Sofía Loren o Grace Kelly, convirtiéndose en uno de los más famosos del mundo.
Y bueno, hasta aquí les compartí un pedacito de mi gusto por los perfumes de equivalencia. Para mí no hay nada más lindo que arreglarme un poquito, ponerme unas gotitas y sentirme especial sin gastar de más.
Les agradezco de corazón por acompañarme en esta lectura, porque una nunca deja de aprender ni de disfrutar las cosas bonitas de la vida. Ojalá que cada aroma que elijan les traiga recuerdos lindos y momentos felices, como me pasa a mí.
Con mucho cariño,
una ama de casa que siempre anda perfumada. 🌸