Desde que en los años 90 apareciera el primer perfume unisex —el mítico CK One de Calvin Klein— inspirado en la tendencia de fragancias acuáticas y frescas que marcaron la época minimalista por excelencia, la evolución de este tipo de perfumes no ha dejado de crecer. Cada vez más firmas crean perfumes sin género.
Al final, los aromas son percepciones que no están directamente ligadas a la masculinidad o la feminidad. La idea clásica de que los perfumes florales eran solo para mujeres y los intensos únicamente para hombres se ha ido difuminando a lo largo de tres décadas, dando paso a nuevas experiencias olfativas.
Si bien tradicionalmente las fragancias unisex transmitían frescor, hoy en día cada vez existen más creaciones que se alejan de este concepto, sobre todo en aromas pensados para el invierno o para ocasiones especiales, en las que se busca un gran perfume.
Además, limitar una fragancia a un género concreto reduce su alcance. Por ello, los perfumes unisex han sido rápidamente aceptados, y el mercado ofrece cada vez más opciones.
Entre ellas destaca el DIVAIN-250, perfume equivalente a Ombré Leather de Tom Ford. Se trata de una fragancia sensual, cálida y llena de glamour.
Elegante, lujoso y con mucha clase
Este nuevo aroma del catálogo se caracteriza por sus intensas notas de cuero, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes se decantan por perfumes intensos y con carácter. Una elección perfecta tanto para hombres como para mujeres dinámicos, independientes y con una sensualidad única.
La inspiración de esta fragancia es un viaje olfativo por el desierto del oeste norteamericano. Se inicia con notas especiadas de cardamomo, continúa con la dulzura del jazmín sambac y se adentra en la profundidad oscura y sensual del cuero, el pachulí, el musgo blanco y el ámbar cálido.
El resultado es un perfume que refleja el espíritu glamuroso y moderno del diseñador texano y que no deja indiferente a nadie. Una fragancia atrevida, envolvente y sofisticada que invita a descubrir el lujo de lo diferente.
Y así concluyo, con el corazón contento de haberles contado sobre este perfume de equivalencia que tanto me acompaña en mi día a día. Cada frasquito guarda un recuerdo, una emoción, y me encanta pensar que con algo tan sencillo podemos sentirnos especiales.
Gracias infinitas por leerme, por dejarme entrar un poquito en su tiempo y en su rutina. Ojalá que, como a mí, nunca les falte un aroma que les arranque una sonrisa y las haga sentir únicas.
Con cariño de esta ama de casa que siempre encuentra en un perfume un abrazo invisible.